Dicen que «cuando el diablo esta aburrido, con el rabo mata moscas». Hemos pasado por una desafortunada época de confinamiento en el que muchos profesionales han «parado en seco» su actividad.
Es en estos momentos de reducción de actividad, cuando personas creativas como Carlos J. Vivas (sumiller profesional), encuentran su momento para poner en marcha nuevas ideas. Este es el caso de nuestro sumiller de referencia, se le ocurre la fantástica idea de por qué no realizar una traducción de las notas de cata al lenguaje «estremeñu». Todo un guiño a la cultura de nuestra región. ¡¡Que fantástica idea!!
Manos a la obra
En este instante en el que se ocurre la idea, nuestra bodega está en pleno proceso de renovación de nuestra imagen digital y por supuesto, no nos lo pensamos dos veces. Este tipo de proyectos e iniciativas tienen un profundo calado en nuestra parte más emocional.
Se contacta con Juan Pedro Sánchez, conocido amigo de Carlos y representante a su vez de la OSCEC (Órganu de Siguimientu i Cordinación del Estremeñu i la su Coltura). No tardó un solo instante en poner toda su colaboración al proyecto.
La OSCEC
Es una asociación fundada en 2011 con el propósito de servir de punto de encuentro de estudiosos, escritores y amantes de la cultura y la lengua extremeña. El Órgano tiene como objetivos estudiar y normativizar la lengua extremeña así como trabajar por difundirla.
Continuamente están estableciendo contactos con personas, asociaciones culturales de todo el territorio que defiendan el patrimonio oral, musical, gastronómico y otros saberes tradicionales.
En su página web podéis encontrar toda la información de este proyecto.
La primera bodega
Viticultores de Barros se convierte en la primera bodega en hacer un guiño a la lengua extremeña en los nuevos contenidos de su página web. En las fichas de nuestros vinos, podéis disfrutar de las traducciones realizadas en estremeñu. (Un ejemplo de nuestro Vizana Crianza)
Este es el primer paso de Viticultores de Barros para trabajar de una manera activa en la difusión de nuestra cultura lingüística, es eso, un simple primer paso, pero los grandes viajes comenzaron con un simple paso.